martes, 29 de junio de 2004

ESPERAME EN EL CIELO

ESPERAME EN EL CIELO - Pilar

29/06/2004



Espérame en el cielo, dice la canción...pero hay ocasiones en que el cielo no puede esperar. Ya tenemos Legatarios con denominación de origen Made in Heaven, un pequeño paso para ellos desde el último escalón de su personalizada Stairway to Heaven automática, sin necesidad de entretenerse siquiera en knock, knock, knocking on Heaven Doors, quizás con su desparpajo habitual la entrañable parejita hubiera sido muy capaz de echarlas abajo a patadas, pero no ha hecho falta, el sucesor de Pedro como todo buen integrante del gremio de los porteros tiene buen olfato para los huéspedes ilustres, y sabe con quien hay que hacer girar con presteza el llaverín sin que se le ocurra por un momento recordarles que hay una puerta de servicio. No, el cielo no puede esperar, quizás pueda desesperar a veces, pero eso ya es otra historia. 


Sin embargo, la situación de Palacio sigue asemejándose mucho más a una Highway to Hell. La separación de facto de los Duques de Lugo no puede ni mucho menos anunciarse de derecho en las presentes circunstancias. El mal del Rey no es inmediato, pero sí inexorable, y aunque muy probablemente no muera por su causa directa, ya que esta es una de las pocas ocasiones en que la naturaleza parece querer mostrar un mínimo de consideración por el individuo y hasta respeta las canas, está triste y cansado. ¿Por qué?...que cada cual aporte su causa; lo cierto es que habiendo cumplido decorosamente su papel y habiéndose ganado honradamente su descanso debe posponerlo en razón del egoísmo y la ineptitud de su hijo, un problema que muchos padres comparten en la actualidad. Y la princesa, ay la princesa, va a peor; de nuevo desvanecimiento en público, de nuevo empujones, carreras y reuniones, de nuevo gritos y lloros. El cuerpo se rebela contra el absurdo, no puede más. Y hasta Felipe ha entrado ahora en el adictivo juego de la contabilización de las calorías, cuando debiera estar convenciendo a su mitad del cielo de que flaca o fondona, siempre la querrá. Y en estas circunstancias, como dijo el otro, ¿qué nos cabe esperar?. 


Llevamos meses rozándola, meciéndola, acunándola, pero hoy la vamos a soltar, porque algunos de entre los más sagaces ya se están acercando demasiado y creemos que nos hemos ganado el derecho a pronunciarla las primeras; es una palabrita adorable, retumbante, provocadora ella, una palabrita de las que hacen afición, que igual sirve para un roto que para un descosido, que lo mismo sabe a rancio salón de tea o’clock decorado en terciopelo rojo que a rayos y centellas, que encanta a los enteradillos de jersey de cuello vuelto que fuman costo en pipa porque de un plumazo les permite sentirse tan sexys como el chuleta analfabeto del instituto que siempre quisieron ser, que nos llena la boca a todos los encausadores de ángeles y filósofos de martillo wanna be, palabrita de nuestras entretelas...se trata del altisonante y mayestático término Nihilismo. Porque claro, no vamos a pretender comparar este Estado de Promisión trufado (como dicen las horterillas, que fea en cambio esta palabreja, la única que nos produce más nausea es esa de “ningunear”) de todoterrenos de 50.000 euros y terrazas al fresco rebosantes de raciones de queso manchego y jamón ibérico (que no se ofendan los más alcanzados que no lo son por presumir, que sabemos que también abundan, y muchos más que va a haber en breve), con las legiones de mujiks desheredados de la Rusia Zarista al ser súbitamente apeados de Cielo e Infierno. Pero como estamos dispuestas a poner nuestro huevito por la cara nos permitiremos una pequeña cabriola y buscaremos las concomitancias con algún desclasificado periodo de anorgasmia crepuscular y parafraseando el célebre aforismo teclearemos aquello de “si las Reinas pueden ser modernas, o mejor dicho, si La Moderna puede ser Reina, entonces...todo está permitido”. En latitudes más septentrionales, este Nihilismo+mesa repleta+sobremesa chabacana que se llama abulia ha devenido al parecer en laboriosas sociedades kierkegaardianas que se suicidan y apalean a sus compañeras mientras suspiran cual pino lejano por el sol del mediodía, pero aquí, con tantas variantes dialectales para expresar la idea de “erdera”, “los de fuera”, dudamos mucho que pueda ocurrir lo mismo. Ahora mismo el Estado es una lancha fuera borda a la deriva y alguien con responsabilidad debe subir al puente y agarrar el timón, y debe hacerlo ya, porque cuando la quilla estallé en mil pedazos contra las rompientes será demasiado tarde. Las mujeres, los niños y los fondos fiduciarios en paraísos fiscales, primero. Para el resto quizás no quedarán salvavidas. La orquesta seguirá tocando.

domingo, 27 de junio de 2004

27/06/2004

27/06/2004 

Hola a todos. Thelma ha pasado parte de este para ella largo fin de semana con el segundo de la tarde de la Royal Corrida, el segundo varón con el que tiene intercambio carnal desde el día de la boda, también pertenece al entorno del Príncipe y es sensiblemente más joven que el anterior, un anterior que por cierto, se ha quedado con tres palmos de narices. Esto deben ser RAV, Romances de Alta Velocidad. 

En cuanto a la parejita, sigue en plan Willy Fogg (no sabemos a quien le estará tocando hacer de picaporte, lo que si sabemos es que llevan un Dix y un Bulli detrás, que no son de los nuestros, haced caso a las noticias que leáis en Internet). Por esos mundos de Dios han protagonizado alguna que otra anécdotilla en su más puro estilo new age, pero nada digno de mención, y además ahora tampoco tenemos tiempo. Un saludo.

sábado, 19 de junio de 2004

19/06/04

19/06/04 

¡Esto es Hollywood!, exclamamos por estas latitudes cuando de vez en cuando la realidad baja la guardia y parece que todo el monte es orégano. Pues bien, para cierta parejita ese momento debe de ser ahora; desde Anchorage se desplazaron en Aerotaxi al noroeste de Arizona donde estuvieron visitando el Gran Cañón, y luego a California, donde tras una visita relámpago al Parque Nacional de los Sequoias (por lo visto hay allí un árbol con el tronco tan bien plantado que más de una docena de hombres en corro no bastarían para amarrarlo como Dios manda, que troncazo, pero a Leti no le gustó mucho la visita porque decía que se le clavaban las agujas de pino en los dedos de los pies, nos comentan que llevaba tacones), se instalaron en un top luxury hotel near Malibú Beach en L.A. City, a montárselo de película; Bel Air, Santa Mónica, Beverly Hills, los estudios de la Paramount (donde unos cowboys insistieron en enseñar a Letizia a echar el lazo y ella practicó un poco con Felipe) y por supuesto, desayuno con diamantes en Rodeo Drive, Tiffany, Cartier, Chanel, Dior y unas cuantas más...no se si comprarían en la tienda que le gustaba a Julia Roberts, pero los escoltas de la princesa llenaron la limousine de alquiler y un taxi (driver) con aparatosas cajas rayadas conteniendo zapatos, sombreros (por lo visto hay una pamela que es la repera, algún día la veremos, y unos brillantes que pesan como piedras de molino) y demás parafernalia, eso sin contar los trapitos que le facturaron directamente a la suite. Hasta tres megaestrellas masculinas (ninguno era Danny de Vito) del celuloide world recibieron invitación oficial para cenar con los Royal Wanderers, pero todos se excusaron por motivos de trabajo, para que luego digan que allí solo hay colocadas y cleptómanos, parece ser que hay quien da el callo con profesionalidad, así que podéis respirar tranquilitas, K y Pé. Leti estaba tan desesperada por codearse con algún producto tangible de la fábrica de sueños que hubiera sido capaz de invitar a Gwyneth Paltrow, pero tuvo que conformarse pegando la hebra (que nosotros sepamos sólo hablando, no penséis mal) con los vigilantes de la playa. Y esta mañana de madrugada (hora local) salían en otro aerotaxi para Cabo San Lucas, a apurar los últimos días de sus cortas vacaciones tomando el sol y descansando un poquillo de tanto ajetreo. Saludos, hasta otra.

martes, 15 de junio de 2004

15/06/04

15/06/04 

Hola a todos. La parejita está en Alaska. Oyeron sin duda la llamada de lo salvaje y desde Hawaii (Big Island, estuvieron viendo la última erupción del Kilauea que vertía lava en el mar) tomaron un jet privado (de los grandes, pues son muchos kilómetros, y encima tuvo que salir de Honolulú y buscarlos allí, en resumen, otra pasta), y enfilaron hacia el Gran Norte. Han estado turisteando, visitando un poco el interior con un trineo de perros (por cierto, los perros, ladra que te ladra, muy inquietos, y el líder de la manada murió de gastroenteritis), y ahora se dedican a recorrer los fiordos en un crucero de lujo. La temperatura allí es baja pero tampoco en plan Silencio Blanco, que ya estamos en Junio, no queda casi nieve, y por la costa, que por cierto me comentan es preciosa, ya no hay, está todo cubierto de bosques prácticamente vírgenes (con perdón) poblados de nutrias, castores y hasta algún que otro Grizzly, y la parejita se dedica a explorar las riberas con un kayak y un guía medio gringo y medio athabasca. Felipe se pone morado de salmón (¿pensará hibernar?) y nuestra heroína se come alguna que otra mousse de bayas pero encuentra ¨muy desagradable¨ el jarabe de arce. Piensan bajar por EEUU recalando en algunos lugares célebres al Oeste de las Rocosas (posiblemente Gran Cañón, dudosamente Yellowstone, con casi total seguridad la costa de California, Rodeo Drive siempre tiene las puertas abiertas para una Pretty Woman y además Letizia quiere conocer a no sabemos qué guaperas de Beverly Hills (no, no es Will Smith, príncipe ella ya tiene el suyo) antes de dirigirse definitivamente a Méjico (vamos, no creo que cruzen el Río Grande o El Pecos a caballo, pero piensan plantarse al otro lado de la Divisoria, pues Letizia tiene intención de montar allí un sarao de los que hacen época, ya veremos). Los esbirros nos marcan muy de cerca, hasta han llegado a seguir con un coche a alguien a quien creían sospechoso, pero de momento continuan a verlas venir. Si nos pillan, peor para ellos, abriremos la caja de los truenos, hemos establecido contactos con elementos de la prensa extranjera que no piensan contarse un pelo si prendemos la mecha, así que, Intocables, cuidadito con los coches, que la carretera requiere máxima precaución. Un saludo a todos, hasta la próxima.