jueves, 16 de diciembre de 2004

16/12/2004

16/12/2004 

Hola a todos. Queríamos ante todo agradeceros vuestras críticas, las alabanzas resultan siempre embriagadoras, y las puntualizaciones constructivas son las más beneficiosas a largo plazo, pues orientan a considerar aspectos que no se habían tenido en cuenta y mejorarlos, mantienen el suelo al alcance de la mano y ayudan a forjar el carácter. 

También es cierto que nos han sorprendido, empero, algunos razonamientos que, en el caso de no provenir de los sempiternos topos de Palacio, serían producto de unos procesos deductivos cuya compleja lógica no alcanzaríamos a vislumbrar. 

Hay quien opina que podríamos ser un escritor argentino. Che pibe, que cobraste, por supuesto que podríamos serlo, pero creemos que, sobre este concreto particular, nuestro léxico debería dar pistas geográficas cuando menos a nivel continental, ya que no municipal; La Ciudad y los Perros o La Hojarasca (entonamos un mea culpa por nuestro egolatrismo, cualquier persona con sentido del espectáculo está hasta cierto punto sujeto a sus rigores, aunque sinceramente no pretendamos compararnos con sus autores), podrían haber sido escritos por un Vallisoletano, sin embargo, no es la respuesta inmediata que le vendría a la cabeza a un creyente si practicante del Principio de Ockham. De igual manera, obras como Las Ratas o Diario de un Cazador carecen a nuestro humilde entender de ese inequívoco sabor porteño o patagónico que quizás alguien sea susceptible de intuir en ellas. Ni negamos ni afirmamos nuestra nacionalidad argentina, juzgad vosotr@s mismos. Lo de ser hombre o mujer, o la diferencia entre lo uno y lo múltiple, ya son temas más abierto a debate, aunque no creemos que demasiado relevantes. 

Nos deja atónitas oír categóricamente afirmar que, desde el principio, nuestra singladura ha sido una “operación de marketing” con ánimo de lucro. Si hubiéramos querido lucrarnos, habríamos abierto una página web cuando teníamos diez mil lecturas en una tarde, y explotaríamos hasta la nausea el tema Letizia, que aún va a colear bastante. Desde hace muchos meses os hemos informado gratuitamente de realidades que el tiempo ha ido confirmando una por una, desarrollando una labor social. Nos tiene sin cuidado que nos creáis, ya os lo hemos dicho, nosotras no creeríamos en vuestro lugar, para verdades absolutas ya tenéis mucho donde elegir, los “imparciales”peinamoños de la prensa, con esas flemas sectareas que a algun@ tanto gustan (para vuestra información, nos consideramos un trillón de veces superiores a ellos, en el país de los ciegos el tuerto es el Rey), los sepulcros blanqueados lapidadores de homosexuales y células madre (huy, ha dicho homosexuales, homosexuales...será Pilar un homosexual, claro, si ya lo decía yo, es un homosexual, con esas aceleradas escenitas de alcoba, esas frasecitas de doble sentido, ese ácido intermitente que deja la mancha, sí, está claro, Pilar es una loca, loquísima, que fantasea con correr desnudito por los pasillos de Zarzuela perseguido por un batallón de la Guardia Real, ¡ya está!, Pilar es Felipe, Felipe de Borbón y Grecia que es gay, escribe todo eso y así se desahoga por Internet de la fatigosa tarea que le han impuesto, aparearse con Letizia...para vuestra información el príncipe no es gay, es idiota y calzonazos, pero de gay, nada de nada, de serlo, hubiera resultado todo mucho más fácil), en fin, para verdades absolutas ya tenéis muchos canales de televisión y radio y muchas publicaciones donde elegir, con respecto a nosotras la cosa es mucho más sencilla, como dijo Frank Sinatra, no vendemos voz, vendemos estilo. Aunque podríamos hacerlo y “lucrarnos” con frenesí, como están haciendo grandes y pequeños, no escribiremos más sobre Letizia, lo dejamos porque lo consideramos moralmente procedente, y punto. Para ganar dinero no os necesitamos a ningun@, eso sabemos hacerlo muy bien solitas. Si juzgamos que el llamamiento tiene volumen suficiente, crearemos a modo de hobby una página web donde escribiremos acerca de lo que nos de la gana, y si no, aquí paz, y después gloria. 

A Irene (¿firmas con tu verdadero nombre para nosotras?, que deferencia), y a tod@s los demás que nos habéis apoyado en plan guerrero, un agradecimiento de campaña, dichosas vosotras, que habéis creído (no os escandalicéis, nuestro delirio mesiánico ya está bajo tratamiento). Y a todo el resto, sin distinción, muchísimas gracias de corazón, ha sido un placer informaros. Hasta siempre (creo). 

Pilar.

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