sábado, 10 de julio de 2004

PROGNOSIS NEGATIVA

"PROGNOSIS NEGATIVA" 

10/07/04 

Prognosis Negativa es el aséptico y terrible vocablo que usan los médicos para comunicarnos que el mal gana terreno a la vida. Para la Princesa de Asturias y para España, es el vocablo de moda; hasta el ojo menos entrenado no tiene más remedio que apreciar como el desastre cierra filas y la manipulación y la mentira se debaten desquiciadamente, como peces atrapados en una red que boquearan a cada latido con mayor lentitud, habréis echado un vistazo a las revistas de la semana, todas pretenden ser toscos desmentidos de realidades que sin embargo las desbordan de forma salvaje, imparable, definitiva. Ayer vi a Letizia en persona, hacía bastantes días que no la veía, y su estado es inenarrable, la foto más reveladora no se acerca siquiera a dar una idea del escalofrío que recorre la espina dorsal al ver sus raquíticos brazos, sus manos como pinzas, sus ojos perdidos, su apagado cabello y su piel seca y carcomida bajo capas y más capas de colorantes artificiales. Su nariz ha sido retocada, tenía confirmación oficial de la intervención y ayer pude comprobarlo personalmente, hay también rastros del lifting que hace muy pocos días se llevó a cabo en su cuello, pero todos esos cambios palidecen ante la visión de conjunto de un cuerpo que está demasiado cerca de la línea que marca el punto de no retorno, si es que no lo ha atravesado ya. Letizia está enferma, muy enferma, y que el Cielo la ayude y nos acompañe a todos, va vertiginosamente a peor; nuestro psicólogo, con ese por otra parte necesario y loable empeño de la ciencia en buscar en la naturaleza causas y efectos que nos ayuden a cuantificar el infinito y hacer así nuestras vidas más cómodas y seguras, nos habla de un sin fin de complejos de infancia y adolescencia, síndromes perfeccionistas y conductas no adaptativas; nosotras, más inclinadas a observar la vida como sueño, a navegar las mareas del subconsciente sin sextante, mirando las estrellas, que intuimos y sentimos y pretendemos describir más que explicar, preferimos definir su estado de vivo sin vivir en mí de una forma más literaria, y lo catalogaremos como el mal de Flaubert, llamado así porque fue reflejado con singular acierto por el gran escritor en una de sus mejores obras, Madam Bovary; consiste este mal en no estar nunca satisfecho con lo que se tiene, con suspirar siempre por lo que no se alcanza, por querer abrazar los rayos de luna, Bécquer también parecía entenderlo; para este tipo de caracteres, el mundo nunca es suficiente... Y en el mundo de la princesa todo está patas arriba, la rinoplastia se ha quedado a medias, requería de otra intervención pero en su estado ningún especialista se atreve a aplicarle la anestesia, ni tan siquiera local; las fotos con la Reina, una tramoya patética, yo no sé sinceramente quien paga los sueldos a esos directores de revistas; y su capacidad para concebir un heredero, hoy por hoy descartada, incluso con tratamientos, nada puede hacerse mientras no haya más carne sobre esos huesos descarnados, dar vida es más que un acto bioquímico, es un don de los cielos, un milagro, un estallido del cuerpo y del alma...¿cómo pueden esperar conseguirlo un cuerpo y un alma que con semejante avidez se consumen a sí mismos?....y en cuanto a la situación en Palacio, dramática, y por mucho que quieran aparentar otra cosa, en muy breve plazo será imposible silenciarla. 

Más allá de cualquier revelación esotérica, señal apocalíptica o posesión neurasténica, nosotras compartimos la idea de que al igual que Hacienda, Satanás somos todos. ¿Y a qué viene ahora esta frasecita?. Bueno, pues viene a que al ser conscientes del estado de Letizia en las últimas fechas nos hemos cuestionado en nuestro grupo si de alguna manera pudiéramos quizás compartir algo de responsabilidad en su declive; el resultado de este debate es el convencimiento de que la verdad no puede ocultarse o tergiversarse, aunque duela, y en ese aspecto y hasta donde lleguen nuestras habilidades y nuestro conocimiento vamos a seguir exponiéndola; pero si querríamos hacer algo que nunca antes habíamos hecho, ni pensábamos en hacer, dirigirnos personalmente a la princesa. Letizia, si nos lees (y algo nos hace sospechar que sí), sabe que, aunque nunca nos has sido simpática, nuestra desaprobación a tu llegada no es personal, sino y como ya hemos explicado tantas veces, basada en un análisis realista de la situación que tanto las circunstancias particulares de nuestro país como el funcionamiento de la naturaleza humana configuran, un análisis con el que tu probablemente estarás en desacuerdo, pero lo cierto es que tanto por edad como por capacidad intelectual careces de recursos para sopesar, un análisis que correspondía realizar a otros y que probablemente han considerado en la intimidad pero que no se han atrevido a proclamar en voz alta. Este análisis dice que hay un antes y un después de esta boda, que la fractura entre la prensa y la sociedad ha sido completa y eso a la larga se hará notar, que los símbolos que no simbolizan nada no sólo son irrelevantes, sino una peligrosa carga que ciertos Estados no se pueden permitir; como ya dijimos, ahora estamos despiertos, una generación entera se ha caído de la cuna y ha descubierto de forma traumática (de acuerdo, quizás no muy traumática si la comparamos con las cosas que pasan a diario en los cuatro rincones del globo, pero traumática al fin y al cabo), que las verdaderas democracias no existen, nunca han existido y probablemente nunca existirán...lo irónico del caso es quizás que todo esto haya venido propiciado por una persona que con tanto ahínco defendía en sus trinos de juventud la libertad de expresión y la mayoría de edad de un pueblo que no necesitaba reyes. En fin, Letizia, como decían en la película, cuando los dioses quieren castigaros nos conceden nuestros deseos, aun puedes hacerlo, pero no te queda mucho tiempo, vuela libre, huye, pisa el acelerador, de aquella chica del telediario resultona de frente y concentrada que aunque no era más que una periodista visual más, (quizás algo autoengañada por los ascensos estéticos y los Masters de papá), sabía leer con profesionalidad y aplomo delante de una cámara no queda nada ya, ahora eres solo un espantajo que ni para ama de cría ni para florero sirve, solo haces el ridículo, los de tu alrededor lo saben y esperan, no le debes nada a nadie, los muy pocos en la vida que a ti como a cualquier otr@ de verdad te quieran serán felices con tu felicidad, los demás que se busquen la vida y que se j..., sal de ahí mientras puedas, o más pronto o más tarde...saldrás de otra manera. 

Me he puesto impresionable yo sola con este final. Un saludo a todos, hasta otra. 

PD Queremos agradecer sinceramente a todos los que nos apoyan habitualmente y en especial estos últimos días al difundirse la falsa noticia de nuestro arresto, a las que nos han escrito cartas y a los Fuenteovejuneros que dicen que Pilar somos todos. No os preocupéis, nos queda cuerda para rato, creo que ahora hasta en las celdas de la torre te dejan subir el modem para el ADSL. Gracias.

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