sábado, 5 de marzo de 2005

TEARS IN HEAVEN"

TEARS IN HEAVEN" 

5/03/2005 

Would you know my name 
if I saw you in Heaven? 
Would it be the same 
if I saw you in Heaven? 

I must be strong 
and carry on 
´Cause I know I don’t belong 
here in Heaven. 

¿Te acordarías de mi nombre 
si te viera en el Cielo? 
¿Será todo igual 
si te encuentro en el Cielo? 

Debo ser fuerte. 
Debo continuar. 
Porque sé que yo no pertenezco 
a este lugar, al Cielo. 

Hola a todos. Bellísima canción, ¿eh?. Ni a propósito para los tiempos que corren; en Zarzuela, nuestra sucursal ultraterrena más próxima, no hacen más que derramarse lágrimas y más lágrimas, algunas de sangre. El último, inexplicable y rocambolesco desmentido no tiene por objeto otra cosa que introducir formalmente la idea de que la Princesa está enferma, como paso previo a admitir su necesidad de tratamiento; será entonces posible anunciar su ingreso en un histórico centro suizo, especializado en desordenes psíquicos. Por supuesto que no se venderá así, se hablará de balneario, de spa, de cura de reposo para recuperar el ritmo después de meses y meses de “extenuante labor”, como mucho alguna revista se aventurará a evocar románticamente los estragos causados entre los Elegidos por el tan eufemísticamente llamado “mal de las princesse”, que cuando lo sufren plebeyas recibe denominaciones clínicas más funcionales, anorexia-bulimia, tendencias obsesivo-compulsivas, neurosis, trastorno bipolar, ansiedad, depresión, personalidad esquizoide, manía persecutoria, etc (tampoco estamos diciendo que Letizia sufra de todas estas cosas a la vez, ojo, pero si de algunas). Hace ya varios meses que se debiera haber dado este paso, pero la princesa (y por consiguiente el príncipe), se negaban en redondo, hasta que finalmente, no viendo otra salida, han acabado por transigir (al menos, por unas horas). En cuanto a lo de la “planificación familiar”, que decir que no se haya dicho ya, es todavía más estrambótico; claro, que como ellos son “como cualquier otra pareja joven”, católica y sentimental, que quiere disfrutar de su matrimonio y del sexo sin penalizaciones reproductivas, y además “están muy en su derecho de hacerlo, porque todavía son muy jóvenes (sic) y el heredero puede esperar”, pues arreando; vosotros tranquilos, majetes, a disfrutar, que ya nos las apañaremos los demás para proponer cambios en la Constitución, para votarlos, para aprobarlos, y para que sean tan “legales”, tan “igualitarios” y tan “modernos” que solamente discriminen a los cuarenta y pico millones de ciudadanos restantes, incluidas las hermanas mayores del “igualante”. Vosotros a ver mundo, a salir de copas con los coleguitas bohemios y enrollados, a revolcaros sin peligro, pasando de críticos, pasando de místicos (ese viejecito tan simpático, también cenamos en su casa, como se llamaba, ah, sí, el Sr. Wojtila, me cae super-genial, es un buenazo, pero taaaaan anticuado), pasándolo bien...bueno, esto último de revolcarse es mucho decir, lo cierto es que desde hace ya semanas la parejita no ¿se recrea? en el uso de sus prerrogativas conyugales, ni tan siquiera por cubrir el expediente. ¿Y hablan de después del verano?. Bien pudiera ser, porque desde luego por el momento todo intento de inmaculada concepción plástica permanece en animación suspendida, el sempiterno Request de sus Biónicas Majestades habrá de esperar cuando menos a que Letizia supere con éxito su rehabilitación alpina, y eso siendo de lo más optimistas...que pena. Cabe por supuesto la posibilidad de que toda esta charada de flamboyantes sandeces que llueve en forma de comentarios y desmentidos obedezca a una estrategia disolvente, para hundir definitivamente a la princesa, pero en principio no lo vemos de esta guisa; aunque parezca increíble, es que son así de tontos, desde que entró el “nuevo”, al pobre Maquiavelo, que tampoco es un genio pero que algo había aprendido a fuer de años, por viejo, ya que no por diablo, le tienen a pan y agua, y esto parece la TIA, con Mortadelo, Filemón, el “Super” y Bacterio discutiendo la estrategia propagandística sobre un inmenso mapa de la fortaleza sitiada. La juerga padre. Bueno, pues eso es todo, desde que comenzó el Omoplato-Gate esto se ha puesto muy caliente, está que arde, no tenemos apenas ocasión para colgar nuestros posts y hemos tenido que recurrir a los reservas. Un saludo a todos y hasta la próxima. 

Pilar.

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